lunes, 24 de agosto de 2009

Carta para Hugo Chávez

Don Hugo Chávez:
Mi nombre es Lorena Olivares Guerrero, soy estudiando de cuarto de periodismo y vivo en Chile. A pesar de mis difrencias, me dirijo a usted con todo el respeto que marece por ser presidente de Venezuela y por sobre todas las cosas por ser una persona. El motivo de esta carta es para contarle cómo funcionan las cosas acá en mi país, aunque usted no lo crea nosotros tenemos un sitema totalmente distinto al que usted pueda considerar "bueno", y vamos bastante bien.
El sistema político nuestro se basa en la democracia, es probable que usted la conozca sin embargo tengo la impresión de que tenemos una concepción muy distinta de cómo se lleva a cabo ésta. Como habrá de saber nuestra Presidenta, Michelle Bachelet, pertenece al bloque de la Concertación la cual corresponde al oficialismo, mientras que la oposición viene siendo la Alianza por Chile. Ésta última tiene la facultad de fiscalizar y también formar parte de los proyectos de ley que se han implementado, el hecho de que formen parte del bloque contrario a quienes gobiernan no da paso a que sean constantemenes hostigados ni mucho menos censurados.
Dentro de este mismo tema, actualmente estamos en época de elección presidencial (la cual se llevará a cabo en diciembre), no hablaré de los candidatos en particular pues cada uno tiene su estilo. Sin embargo, lo interesante de esto y que es bastante diferente a como se llevan a cabo estas situaciones en su país, acá hay espacio para todas las ideas, aunque está bien seamos algo de realistas, tanto circo al escenario político no siempre es algo que se agradezca. El punto es que basamos nuestro sistema político en el respeto a quien piensa distinto, y a pesar de las críticas que puedan surgir, no por eso se censura a quien no esté de acuerdo con el gobierno de turno.
En cuanto a la educación, tengo entendido que actualmente están implementando una reforma en esta área. Confieso que no manejo del todo en qué consiste, pero a grandes rasgos entiendo que es en el fondo que el Estado se encargue de la educación en el país. Acá ocurre lo mismo, pero hay espacio para que privados también puedan tomar cartas en el asunto, hay veces que el Estado no lo puede hacer todo. Por supuesto que existen parámetros para decir lo que se debe enseñar y no, es el Ministerio de Educación el encargado de velar por el correcto funcionamiento, aún así los padres y los mismos estudiantes pueden escoger donde y qué estudiar. Como podrá apreciar, la diversisdad es algo que nos caracteriza.
Para terminar esta carta, quiero comentarle algo que me involucra directamente y corresponde a los medios de comunicación en sí. La televisión pública, diarios, radios, tienen el derecho de definir su línea editorial sin ser censurados ni cerrados por no adecuarse al Gobierno en particular. El canal estatal corresponde a TVN, pero a pesar de su condición de ser el medio oficial del gobierno, existe cierta libertad en la línea editorial para tratar temas. Recuerdo que hace un tiempo, un canal en su país fue cerrado por no ir de acuerdo a lo que usted consideraba adecuado, acúsandolos de prácticamente una traición a la patria, con mucho respeto le pregunto ¿Por qué es necesario que todos piensen igual que usted?.
Espero que lea mi carta con "alturas de mira" como solemos decir acá, y que esta carta reciba el respeto que le tengo a usted por su calidad de ser humano. Espero que nuestra realidad le haya hecho ver que a pesar de hacer las cosas tan distinto a usted (y como muchos países lo hacen en realidad), la situación no es de caos como usted podría suponer.
Saluda Atte.
Lorena Olivares G.

martes, 18 de agosto de 2009

Derechos civiles antes que las ansias de poder

El caos que causó la propuesta de Manuel Zelaya respecto a incluir una cuarta urna en las elecciones de noviembre de este año, era algo que si se estudia bien la historia de Honduras y el clima político de América Latina en general no debió sorprender a muchos. Zelaya no pretendía hacer una consulta simple, sino que buscaba reformar la Constitución hondureña, algo que es completamente ilegal en dicho país. Como si fuera poco las muestras de simpatía hacia Hugo Chávez cada vez se hicieron más evidentes, lo que causó un gran malestar tanto dentro de la población como los sectores políticos.
La situación llegó a su punto crítico con la salida del mandatario en calidad de detenido del país, las fuerzas militares lo apresaron mientras se encontraba en su hogar y en pijama lo enviaron en un avión a Costa Rica. Horas después era Roberto Michelleti quien asumía el cargo de presidente de facto de dicho país.
Mientras Zelaya deambula de país en país por toda la región buscando el apoyo de los mandatarios y diversas organizaciones, la situación en Honduras es complicada. Un golpe de Estado independiente de sus intenciones, siempre trae como consecuencia la represión de la libertad y derechos civiles para los ciudadanos. El peso de las organizaciones internacionales pareciera ser nulo, si bien han expresado su rechazo a la situación que está viviendo Honduras en este momento, condenando fuertemente el actuar del gobierno de facto desde el momento que decidieron derrocar a Zelaya, pareciera que más allá de eso no se puede avanzar. Michelleti ha mostrado su negativa respecto a las propuestas que ha recibido por parte de éstas, tensando más el clima.
El dilema es cómo arreglar una situación que se desencadenó por una “ilegalidad” trayendo como consecuencia otro accionar de este tipo. La vuelta de Zelaya al país podría ser una idea, pero probablemente traería consigo más problemas dentro del país, hace poco el mandatario salió declarando que no puede volver ya que está amenazado de muerte, mostrando claramente un clima de hostilidad dentro de la región. ¿Elecciones a la brevedad para restituir la democracia?, resulta difícil de imaginar en momento en que la polaridad política se ve fácilmente.
Sin embargo lo que más preocupa en este momento más allá de quien pueda seguir en el poder, es la ciudadanía en sí. Ante la visita de una delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) no se puede dejar de pensar que las libertades y derechos civiles se están viendo afectados, por eso en este momento lo que urge es restablecer la tranquilidad dentro del país, por lo que las investigaciones de este tipo permitirán esclarecer todos los hechos que ocurran dentro de la nación. Importante es que no se corten relaciones con dicho país por una cuestión política, dar la espalda en este momento no sería lo prudente, menos cuando tanto costó para que todas las naciones de esta región volvieran a tener un régimen democrático por el que tanto se sufrió.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Duro pasar de Centroamérica

Centroamérica es una de las zonas más conflictivas de América, se destaca por ser una región en donde la inestabilidad ha sido parte de su historia. La región está compuesta por cinco naciones: Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, si bien América Central corresponde también a los países de Belice y Panamá, se debe hacer hincapié que éstos últimos no corresponden a la unión que tienen desde la colonia los primeros cinco luego de la independencia de cada uno.
Si bien Costa Rica ha sido el país con menos conflictos de la zona, durante los ’80 también debió enfrentarse a problemas internos. La guerra civil ha sido la tónica de la región durante el último tiempo, la vuelta a la democracia trajo consigo problemas de estabilidad política, económica y una desigualdad que la catalogado como una de las más pobres del mundo.
Ocurre que terminada la década de los ’80, Centroamérica intentó retomar el sistema de la democracia, sin embargo la poca experiencia y la inestabilidad con la que contaba la región le jugaron en contra, provocando un clima hostil para quienes intentaban gobernar. Difícilmente una zona que estuvo marcada por gobiernos de oligárquicos, dictaduras de la fuerzas armadas o conflictos que dividieron completamente a los países, pueden tomar con tranquilidad un gobierno en donde la libertad y la tolerancia sea pilar fundamental.
Es probable que tantos años de régimen autoritario, elites políticas, poca participación ciudadana, sea razón de la poca estabilidad con la que cuenta la zona. Volver a la democracia no significa sólo que las instituciones estatales se lo propongan, sino que también sean los mismos ciudadanos que estén convencido de ello. La legitimidad solía basarse en la violencia y en la represión, por lo que un cambio drástico en ese sentido parecía ser algo que asustaba y no convencía a la población. Un pilar fundamental para conseguir la legitimidad en un gobierno es contar con la credibilidad de la gente, no solamente el apoyo en el aspecto democrático, sino que también a la hora de acatar decisiones.
La situación en Honduras en este momento probablemente no extraña, es volver a repetir la historia de años atrás, en donde la disconformidad de un grupo llevó a un caos. La toma del poder pasa a ser un deber que parecieran adjudicarse quienes creen que es necesario hacerlo.